La historia de NDT es parte de la historia de la industria. La inspección de calderas a finales del siglo XIX y principios del XX fue una de las primeras aplicaciones de las pruebas visuales en los Estados Unidos. Los inspectores comprobarían el interior de las calderas que su empresa garantizaría para detectar corrosión y grietas. La primera edición del Código de recipientes a presión y calderas de ASME (1915) establece claramente los criterios de aceptación visual para una pieza fundida: “libre de imperfecciones, escamas o grietas por contracción”.

La historia de la boroscopia comenzó, sin embargo, fuera de la industria, en la medicina. Los endoscopios, la palabra deriva de las palabras griegas para “mirar adentro”, se usaban en medicina para observar el interior del cuerpo humano. George S. Crampton, un médico con ambiciones de ingeniero, transfirió sus experiencias de aplicaciones médicas a aplicaciones industriales. En 1921, desarrolló el primer boroscopio para Westinghouse Company para verificar las discontinuidades dentro de una turbina de vapor . Se presentó una patente similar por separado en 1927 para un boroscopio para inspeccionar el interior de los orificios de las armas. Durante la Segunda Guerra Mundial, Crampton apoyó activamente al ejército de los Estados Unidos comprobando los orificios de los cañones antiaéreos.